En el paisaje destacan los arboles de argan, que es una arbol muy parecido al olivo y que aguanta temperaturas de hasta 50º. De sus semillas se extrae un aceite que posee grandes propiedades benéficas y que es bastante caro.
Llego a Tiznit en dos horas y media. Lo más interesante de Tiznit son las murallas que rodean sus doce kasbas. Me faltan casi 500 km. para llegar a Tarfaya y el ferry zarpa al día siguiente a las diez de la mañana. Me preocupo en encontrar medio de transporte y apenas puedo ver la última ciudad antes del Sahara occidental.
Pregunto en las compañías de autobuses más importantes ( CTM y SUPRATOURS ) y ninguna sale para Tarfaya hasta la tarde del día siguiente. Cuando creo que tendré que chuparme un viajecito como el de hace dos días o ponerme a regatear un grand taxi, encuentro una compañia que sale el bus en una hora.
El bus no se como será pero la oficina no está mal para lo visto anteriormente (aunque sean del barsa).
Esperando la llegada del bus, aparece este "vehículo". Al rato aparece mi bus y respiro aliviado. Limpio, con aire acondicionado y casi vacio, por lo que puedo dormir un ratito tirado en dos asientos.
El viaje es muy monótono, casi siete horas de bus por el desierto, con breves paradas en las ciudades de Sidi Ifni, Goulmine y Tam Tam. Esta zona está muy militarizada debido al conflicto con el Frente Polisario y hay controles del ejercito cada dos por tres. En algunos de ellos me piden copia del pasaporte (que había tenido que hacer anteriormente), lo revisan y hasta el siguiente.
Durante el trayecto me hago un colega que me ofrece la casa de unos familiares para dormir en Tarfaya. Lujos ninguno, pero por 40 dirhams(4€) sin regatear (no me pareció correcto regatear a la familia) que más quieres.
A la mañana siguiente me levanto prontito no encontrando a nadie en la casa en la que he dormido. Me voy andando hasta el puerto y compruebo lo desolador que resulta Tarfaya.
Ninguna calle está aslfaltada y su aspecto te hace dudar que fuera la segunda ciudad más grande controlada por los españoles.
El puerto está a 20 minutos andando y enseguia encuentro compañia. Ahemd me pide camisetas, chocolatinas ...... y que le saque una foto. Le doy alguna barrita energética, algún dirham suelto y la llave del "hotel" que me la he llevado sin darme cuenta, para que se la devuelva al dueño.
Las dunas de arena avanzan y se comen poco a poco la ciudad.
Y las carreteras.
Fortaleza abandona por los españoles y conocida como Casa del Mar ( y nunca mejor dicho).
A las 10:00 de la mañana partirá el ferry que me deje de nuevo en Fuerteventura.
He pasado diez días por Marruecos inolvidables, en los que partiendo de la "abandonada" ciudad de Tarfaya he llegado al frio y gigantesco Gran Atlas, pasando por el bullicioso y caluroso Marrakech, por el "encantado" valle de Ameln y el desierto.
Casi 2.000 km. en transporte público, sin tener un sólo problema que no me importaría volver a repetir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario