lunes, 11 de octubre de 2010

ALPES SUIZOS (5ª PARTE). SUBIDA AL ALLALINHORN (4.023 MTS)

A las seis de la mañana, que es cuando hemos puesto el despertador, el tiempo que hace fuera es muy desagradable. Nieva y la niebla no deja ver más allá de tres metros, así que decidimos quedarnos en la cama y esperar acontecimientos.

A las ocho parece que el tiempo cambia, por lo que cogemos los trastos y tiramos para arriba. Antes sacamos unas fotillos desde la terraza del refugio del glaciar Feegletscher en su parte alta.

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Mi hermano posando en la terracita. Parece que se abre una ventana de buen tiempo, pero..............

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El refugio Längfluh está ubicado en un sitio espectacular. Son las ocho y todavía no han llegado los cocineros, así que nos zampamos el desayuno que nos dejaron y "rezamos" para que el tiempo nos respete.

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Y el objetivo del día: el pico Allalinhorn de 4027 mts. Se pueden ver los remontes, que siguen funcionando a pesar de que estamos en agosto. Muchas selecciones nacionales entrenan aquí durante los meses de verano preparando las pruebas internacionales que se disputan a partir del mes de septiembre.

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Al final del verano las grietas que quedan en el glaciar dan miedo.

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Ya con los trastos puestos, tiramos hacía arriba con la intención de hacer cumbre antes de las tres de la tarde, para luego bajar al refugio, hacer noche en el mismo y por la mañana intentar otro pico.

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Seracs.

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Debido a la niebla que se mete al poco de salir, no encontramos el "camino" y atravesamos el peligroso glaciar hasta llegar a las pistas de esqui. Aquí, en las pistas el único peligro es que te lleve un esquiador por delante.

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Nos faltan todavía al menos 500 metros de desnivel cuando el tiempo acaba por estropearse del todo. Nieve, viento y frio, y para colmo, abriendo huella sin saber si debajo de la nieve caida durante estos días de atrás hay una grieta de las que existen por la zona. Vamos, que la cosa se pone peliaguda.

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El espesor de nieve que hay en las cotas altas es extraordinario.

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Y aunque parezca mentira, a casi 3500 metros de altitud en Suiza existe una estación de metro en la que nos metemos a calentarnos un poco y pensar en lo que vamos a hacer. Oscar echa en falta su acordeón con el que podriamos haber sacado unos cuantos Francos suizos cantando de vagón en vagón unas bonitas melodías y diciendo eso que tanto hemos escuchado los que hemos ido en el metro de Madrid: "es muu tristi pidil, pero es pior robar; una ayudita queess pa comel, no pa endrogarme".

Encima de la estación, se encuentra el mayor restaurante giratorio del mundo desde el que anuncian sus fascinantes vistas de las que no podemos disfrutar porque no se ve más allá de 5 metros.

Comemos algo, nos calentamos y vemos como entrenan los que seguramente estén compitiendo en Copa del Mundo de esqui dentro de pocos años; chavalillos que por su cara no deben pasar de los 14 años, pero que son auténticos armarios empotrados. Después de pensarlo, decidimos que el pico Allalin lo vamos a tener que dejar para otro día. Mejor una retirada que aún estamos a tiempo que meternos en un marrón del que puede ser muy dificil salir.

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Bajamos por el mismo sitio por el que subimos. Salimos de las pistas y antes de entrar en el glaciar nos encontramos esta señal. Gletscherspalten, que traducido al cristiano es que si te caes en una de estas grietas, te escojonas de mala manera. No hay que conocer el idioma para saber que Gletscher significa romper o partir y spalten espalda. Traducción: no te caigas que te partirás la espalda; como poco, jejeje.

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Estas grietas son gigantes, pero no son demasiado peligrosas. Las peligrosas son las que están enterradas y no llegan a verse hasta que metes la pata dentro de ellas.

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Estas son las jodidas, las que están enterradas y atraviesan el glaciar de lado a lado. En una muy parecida a esta ocurre el "percance" del día. Me aproximo para sacar unas fotos cuando el suelo desaparece bajo mis pies y caigo en una de estas grietas. Menos mal que voy encordado y gracias a la ayuda de Oscar salgo de la grieta con la suerte de no haber soltado la cámara de fotos en la caida. Eso si, he caido en mala postura y me hago daño en la rodilla, pero con el susto no lo noto en el momento.

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La caida ocurre diez minutos antes de llegar al refugio, practicamente en la última zona peligrosa del glaciar. Una vez en el refugio noto que la rodilla no la tengo bien. Vemos que el parte metereológico anuncia nieve para los próximos tres días, lo que unido a mi maltrecha rodilla nos obliga a cantar retirada y tirar para Saas Fee.

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Recogemos los bartulos rapidamente (incluidas dos mantas suizas,jejejeje) ya que nos quedan por bajar 1100 metros de altitud, cargados con las mochilas con provisiones para varios días, saco, cuerda, y con mi rodilla izquierda que me baila en cada paso. Así que, y sin que sirva de precedente, nos cogemos el remonte que nos dejará en Saas Fee en menos de quince minutos.

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Me entretengo en la bajada sacando algunas fotillos del lugar por el que subimos.

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Saas Fee desde las alturas.

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Un lugar ideal para practicar cualquier tipo de deporte.

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Casitas de Saas Fee.

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Atravesamos todo Saas Fee hasta llegar a la estación de autobuses donde cogeremos el que nos lleve a Saas Grund, que es donde está el hotel donde hemos dejado el coche.

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Con una de estas casitas me conformaba yo.

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Una vez en el hotel nos duchamos y cenamos prontito. La rodilla empieza a doler y mañana nos esperan 1700 km. de coche. No ha sido la mejor escapada a Alpes que podiamos soñar, pero esto nos "obliga" a tener que venir el año que vine.
Una vez en Madrid, a los siete días para ser exactos, me hago una radiografía que confirma que no hay rotura, así que sigo haciendo un poquito el cabra. En Tenerife y debido a los continuos dolores me tengo que hacer una resonancia, al mes de la caida y sin haber dejado de entrenar, que confirma que tengo una distensión del ligamento lateral izquierdo en grado II. Resultado: 10 días con la pata en alto y un mes practicamente parado.

El año que viene: MAS Y MEJOR.

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