viernes, 10 de septiembre de 2010

ALPES SUIZOS (1ª PARTE). SUBIDA AL REFUGIO DE HOHSAAS.

Después de dos años que por diferente motivos no hemos podido ir a Alpes, este año nos marchamos en agosto mi hermano y yo al Cantón de Valais, concretamente al valle de Saas, lugar donde se encuentran las estaciones de esqui de Saas Grund y Saas Fee, ésta última conocida como la perla de los Alpes.

Esta zona está rodeada de glaciares y en la misma se levantan 14 picos con más de cuatromil metros, algunos "fáciles" de subir como el Allalinhorn, y otros bastante más complicados, como el Dom.

Desde la Sierra de Madrid hasta Saas Grund hay que recorrer la friolera de 1765 Km. en coche, así que por la mañana tempranito ponemos rumbo a la "Sierra Suiza" y 200 Km. antes de llegar a nuestro destino nos damos cuenta que se nos ha hecho tarde y llevamos las últimas tres horas conduciendo de noche y lloviendo, así que decidimos parar en una estación de servicio a dormir. Este año, debido a la crisis, hemos cambiado los hoteles de cinco estrellas por el maletero del coche, jejejejeje.


Photobucket


A la mañana siguiente nos levantamos prontito y nos marchamos al pueblo de Saas Grund y antes de ir a la oficina de turismo para comprar algún mapa mejor que el que llevamos, vamos a parar sin saber muy bien porque a su cementerio. (jooooder, empezamos bien).

Photobucket


Aclaramos algunas dudas y decidimos intentar primero el Weissmies y el Lagginhorn, que se encuentran a la izquierda del Valle de Saas, y vista alguna reseña no son muy complicados de subir.

Como siempre que podemos preferimos subir caminando al refugio sin utilizar los remontes mecánicos. Esta es una buena manera de aclimatarse a la altitud, además que no todo en la montaña es hacer cumbre, la subida a los refugios es una parte tan interesante como el llegar a la cima de la misma.

Photobucket


A las diez de la mañana tenemos todo preparado para empezar a caminar. Nos dirigimos al refugio de Hossas (en el que, como es costumbre en nosotros, no hemos hecho reserva) que se encuentra a 3.200 mts. de altitud, hace fresquito, empieza a llover de manera ininterrumpida y tenemos por delante 1600 metros de desnivel que salvar, todo ello cargado con una mochila de más de veinte kilos a la espalda.

Oscar señala el telecabina, como queriendo decir: Ahora que nadie nos ve, ¿podiamos cogerlo, no?.

Photobucket


Dejamos atrás Saas Grund con sus típicas casitas suizas.

Photobucket


Enseguida cogemos altura y empezamos a ver el pueblo desde otra perspectiva.

Photobucket


Vamos por un senderito muy bien marcado en el que se puede ver que Oscar lleva la mochila a reventar. Una vez en el refugio, le cotilleo la mochila y la lleva llena de papel de periódico. El viejo truco para cuando le diga: ¿puedes llevar la cuerda en tu mochila, es que la mía la llevo a tope?; a lo que él responderá: no me entra ni el mapa.

Photobucket


Al rato de comenzar a caminar despeja y hay que quitarse ropa. Al fondo se ve Saas Fee y todos los torrentes que van a parar al pueblo.

Photobucket


Atravesamos el pueblo de Trifalp, al cual no se puede llegar en coche. En invierno, este pueblo debe estar cubierto de nieve. Nos llama la atención las pizarras que utilizan para los tejados de estas casas ya que deben ser pesadísimas.

Photobucket


Viendo estas casitas en la montaña, esperas que en cualquier momento te salga Heidi y su abuelo de alguna de ellas.

Photobucket


Esta tiene provisiones de leña para todo el invierno.

Photobucket


Al borde del camino.

Photobucket


A la salida del pueblo veo que a Oscar se le iluminan los ojos, se le dibuja una sonrisa en la cara y a pesar de la mochila da saltos de alegría. Ha visto lo que cree que es un chiringuito de fiestas, se apoya en el mismo, y dice: "CAMARERO, DOS BRUGALES CON COCA COLA, PLIS".

Photobucket


El sendero cruza varias veces debajo del telecabina.

Photobucket


Las marmotas están a lo largo de todo el recorrido. Algunas están amaestradas y comen de la mano.

Photobucket


Cruzando uno de los innumerables torrentes que nos encontramos.

Photobucket


En lo alto el refugio Weissmies.

Photobucket


Refugio Weissmies, a 2726 metros de altitud y capacidad para 110 personas. En la puerta del mismo sólo hay un montañero con el que charlamos un rato y aprovechamos para comer algo y abrigarnos.

Photobucket


Subo al refugio a echar un ojo y me sorprende que esté completamente vacio. Por lo visto a estos suizos no les gusta caminar, y es que este refugio no está situado cerca de los remontes.

Photobucket


Las nubes empiezan a entrar a toda velocidad valle arriba, así que hay que darse prisa si no nos queremos mojar.

Photobucket


Imposible. Al rato empieza a llover y antes de llegar a nuestro refugio nos ponemos como unas sopas.

Photobucket


Refugio de Hohsaas a 3200 metros de altitud y una capacidad de 76 personas. Al fondo se aprecia el Glaciar de Trift y el pico Weissmies cubierta su cima por una nube, el cual intentaremos subir mañana.

El refugio es la típica cafetería de estación de esqui, pegado al remonte mecánico y con las habitaciones debajo de la misma. Está todo muy nuevo y limpio, dentro del mismo hace calorcito, las vistas a través de sus ventanales son espectaculares, pero le falta el espiritu montañero.

Photobucket


Triftgletscher o lo que es lo mismo, Glaciar Trift. Por aquí tendremos que pasar mañana.

Photobucket


Detalle del glaciar, el cual en su zona más baja está completamente destrozado y con enormes grietas.

Photobucket


Ruta de subida al Weissmies. En la fotografía, debajo a la izquierda, se puede apreciar la senda que hay que tomar.

Photobucket


A las ocho de la tarde se abre una ventana de buen tiempo y se puede contemplar su cima. Viendo esta foto parece mentira que esas gigantescas paredes de hielo puedan sujetarse a la roca y no venirse abajo.

Photobucket


Otra fotillo del Weissmies.

Photobucket


El refugio tiene ocho o diez habitaciones de diez personas cada una, todas forradas en madera, muy limpias y acogedoras, pero le sigue faltando ese espiritu montañero de otros refugios de montaña.

Como hemos subido cargados de comida, sólo cogemos la pernocta y el papeo lo prepara el Arguiñano de las montañas. La suculenta cena está compuesta de:
- Pastel de Cerdo Ibérico a las Finas Hierbas.
- Pasta fresca con boletus aromatizada con salsa de nata.
- Bocaditos de cereales y pasas.
- Mousses y souffle cremosos de frutos del bosque.
- Todo ello regado con agua fresca del glaciar Trift suizo con suaves toques de limón.

Traducción al menú para los poco duchos en la materia:
- Fuet en barra de Casa Tarradellas.
- Sobres de pasta Maggi.
- Barritas energéticas del Decathlon.
- Gel energético Powebar.
- Y agua del grifo con pastilla de Isostar.


Photobucket



Después de semejante banquete uno se va a la cama con ganas de descansar, que mañana nos espera un duro día.

Photobucket

No hay comentarios: