EL TEIDE

El 8 de febrero aprovechamos las últimas nevadas en el Teide para intentar subir hasta su cima. Acostumbrado a subir sólo, esta vez me acompañará Javi, chicharrero de pura cepa, el cual en sus 37 años de vida, todavía no ha estado en la cima del Teide nevado.
No llegamos excesivamente pronto al "aparcamiento" de Montaña Blanca, pero a pesar de esto podemos aparcar en uno de los diez o doce sitios que hay para ello. Son las ocho de la mañana y hace un "fresquito" muy agradable, así que nos ponemos a patear para no quedarnos helados. El aparcamiento se encuentra a 2.350 mts. de altitud, por lo que nos quedan por delante 1.368 metros hasta la cima del Teide.




Como vamos con ganas de pillar nieve, en cuanto vemos la primera pala nos salimos del camino para subir por ella. Casi arriba de la misma se ve a dos montañeros más madrugadores que nos llevan ventaja.




La nieve a esta hora de la mañana está muy dura, pero decidimos no ponernos el único par de crampones que llevamos.

Javi clavando botas arriba de la pala. Lo que todavía no sabemos es lo que le ocurrirá a las "dichosas" botas.




Al refugio de Altavista, el cual se encuentra a 3.270 mts. de altitud, llegamos en dos horas y media. Vamos a un ritmo muy bueno, hemos salvado 1.000 metros de altitud muy rápido, a pesar de que en cuanto empieza a pegar el sol, la nieve queda más blanda y es más complicado avanzar.




Paradita de 20 minutos en el refugio para comer e hidratarnos y rapidamente para arriba. Desde aqui se puede apreciar que las reformas del refugio dejaron este como si fuera un hotelito con encanto.




Llegamos a la zona de la Rambleta y desde aqui observamos el cono del Teide. No tiene tanta nieve como esperabamos pero la noticia buena es que no se ve un alma, incluidos los del Parque que no te dejan pasar si no llevas el permiso (que por supuesto nosotros no llevamos, ya que se nos ha olvidado en casa, jejeje)




Tiro hacía arriba y mientras espero en mitad de cono a Javi , que ya ha tenido problemas con las suelas de sus botas y ha tenido que colocarse los únicos crampones que llevamos, hago unas fotillos de las fabulosas vistas que tenemos en un día tan claro.
Esta es del alto de Guajara, con 2.718 metros de altura.




El típico mar de nubes sobre la zona norte de la Isla. A pesar de las veces visto, nunca me canso de contemplarlo.




Javi llegando a cima. Apenas hemos notado los efectos de la altura, a pesar de subir a una velocidad considerable. En poco más de cuatro horas nos hemos plantado en el pico del Teide.

En este momento estoy en el sitio más alto que se puede estar en España. Haciendo equilibrios a 3.718 metros de altura, en la cima del Echeiyde. Así es como era conocido por los aborígenes guanches este volcán que era sagrado para ellos y significaba infierno. En el interior del mismo vivía Guayota, el demonio del mal. Guayota secuestró a Magec, que era el dios de la luz y el sol, en el interior del cráter. Entonces apareció por alli Achamán, que era el dios supremo de los guanches, el cual se cepilló a Guayota, salvó a Magec de las entrañas de Echeyde y taponó el cráter. Todo esto cuenta la leyenda.




Otra vista de Guajara, pero esta vez desde la cumbre del Teide. El mar de nubes: impresionante. El Teide es el tercer mayor volcán de la Tierra desde su base, después del Mauna Loa y Mauna Kea, ambos en la isla de Hawaii. ¡¡¡Joder, lo que aprende uno en la wikipedia!!!!




Estamos completamente sólos en la cumbre del Teide, asi que aprovechamos para bordear el cráter del mismo y asomarnos a uno de los paisajes más alucinantes de la Isla: el Pico Viejo o Montaña Chahorra.




La Montaña Chahorra tiene una altitud de 3.135 metros y un cráter con un diámetro de 800 metros. Su última erupción fue en el año 1798 y estuvo tres meses escupiendo lava. La isla que se ve al fondo de la foto es La Gomera, con su zona alta cubierta de nubes.




Como siempre que tengo delante esta panorámica, me hincho a sacar fotos. Para mi es uno de los lugares mas alucinantes de la Isla y nos pasamos más de media hora comtemplándolo.




Además de la contemplación, Javi, como buen aborigen, aprovecha el rato para invocar a Magec, Dios del sol (y parece hacerle caso, porque para estar a 3.700 metros hace un calorcito muy agradable).




Bajada hacía los huevos del Teide. La nieve ha quedado demasiado blanda y al no existir una huella clara la bajada se hace muy pesada.




Con cada paso "metemos la pata" hasta la rodilla, asi que intentamos bajar haciendo "culing", pero con la nieve tan papa nos hundimos y apenas nos deslizamos.




Este es uno de los huevos del Teide más grande. Su nombre científico es el de "bolas de acreción". Se formaron como se forman las bolas de nieve cuando ruedan sobre una pendiente. Fragmentos de lava ya solidificados rodaron por la pronunciada pendiente y se fueron impregnando de la lava de la colada volcánica.




Llegamos al aparcamiento de Montaña Blanca después de siete horas de pateo y cuando Javi se quita los crampones vemos el estado en el que han quedado sus botas. Menos mal que llevabamos unos crampones que hicieron que no perdiera la suela, sino hubiera llegado con los pies calentitos.

Última subida al Teide con nieve de este año. El tiempo que nos ha hecho ha sido muy bueno y hemos podido gozar de las maravillosas vistas que desde su cumbre se ven. El próximo año, massssssssssssss.