CHALLENGE COSTA DE BARCELONA - EL MARESME. EL DÍA PREVIO

Dos años y cuatro meses después de Lanzarote ya va siendo hora de hacer otro Iroman, en este caso el Challenge de Barcelona-El Maresme. Mismas distancias que el Ironman, (3,8 km nadando, 180 km. en bicicleta y de postre la maratón con sus 42 km.), pero con una única diferencia que es el nombre.

Durante estos dos últimos años no es que haya dejado de entrenar y he hecho bastante atletismo, pero entrenar una distancia Ironman requiere muchísimos sacrificios.

Después de una lesión en marzo por darle demasiado a la zapatilla por la que estuve parado casi mes y medio y viendo que la bicicleta y la natación me ayudaban en la recuperación, decido ir al próximo Challenge de Barcelona acompañado de uno de los componentes del "Lanzarote Team": José Juan "Piji", el cual ha sido mi compañero de penas durante estos cinco últimos meses.

Y como prueba de ello la frase con la que me saludaba mi amigo José cada vez que quedábamos para entrenar: "joder macho, estoy más contigo que con mi mujer".

A finales de abril comienzo los entrenos específicos para el Challenge que se celebrará el 30 de septiembre, por lo que tengo por delante 5 meses (incluido los calurosos julio y agosto) en los que seguiré las pautas marcadas por Luis Aizpurua, el gran trainer.

Gracias al Garmin compruebo que he realizado 60 sesiones de atletismo en las que he corrido 850 km., 61 sesiones de ciclismo con 5100 km y otras 50 sesiones de natación.

No he entrenado tanto como para Lanzarote, pero vengo de una lesión y comienzo la preparación dos meses más tarde. El objetivo es bajar de las 10 horas, algo que no es fácil para un triatleta de cierta edad (vamos, lo que vulgarmente se conoce como un puretilla), ni para un jovenzuelo tampoco.

El viernes 28 de septiembre salimos con dirección Barcelona volando con la compañia Ryanair, así que Dios nos coja confesados.

 


Llegamos tarde a Barcelona en donde nos espera Inma y mi hermano, el cual viene desde Madrid para darme el avituallamiento (esto último está escrito con sarcasmo). Además en Calella,  lugar de salida y llegada de la prueba, está la Sra. Julia, madre de Piji y presidenta del club de fans del equipo Triatlon Argel.

Las previsiones metereológicas son malísimas con una borrasca sobre toda la costa Mediterranea que incluso dejará varios muertos a su paso. Nos levantamos por la mañana tempranito y montamos la bicicleta para probarla e ir  a pasar el  checkin y recoger el dorsal, pero lo que nos encontramos es que cae agua a mares, así que eso de probar la bici queda descartado.




Supuestamente por aquí tendremos que pasar dentro de menos de 24 horas, y me refiero a la bici, no al segmento de natación. La cosa se pone complicada.




Incluso se habla de suspender la prueba, así que tantas horas de entreno se pueden ir al traste. Eso si, al mal tiempo buena cara.




Recogemos los dorsales en la carpa preparada para ello y nos vamos a pasar la revisión de la bicicleta, pero debido a la cantidad de agua que está cayendo se aplaza para mañana  temprano, por lo que tendremos que levantarnos media horita antes para evitar las aglomeraciones del último momento.




La carpa donde se realizan las transiciones está practicamente llena y somos de los últimos en dejar nuestras bolsas.




1500 personas son los inscritos en el Challenge, entre ellos 75 triatletas PRO, realizarán las transiciones aquí mañana si el tiempo lo permite. Además este año el Challenge es Campeonato de España de Larga Distancia, así que además de cantidad habrá calidad.

José y yo estamos inscritos en la categoría Master 40, viejitos de 40 a 45 castañas.




Un paseo por la zona de tiendas en las que comprar unas barritas energeticas, algún gel y cualquier otra chorrada más.




Las compras rápidas, que el tiempo no acompaña y además tenemos que ir a la charla técnica, en la que nos informarán de las previsiones metereológicas.




Parece mentira visto el diluvio que está cayendo, pero en la reunión nos informan que mañana no lloverá, que seguramente a primera hora de la mañana y al final de la tarde esté nublado pero el resto del día saldrá el sol y que únicamente puede que sople algo de viento.

Nos vamos al hotel, comemos temprano, nos echamos la siesta en la que no somos capaces de pegar ojo y vemos llover y llover desde la ventana. Sobre las 6 de la tarde, aprovechando que escampa, nos damos una vuelta de media hora con la bici y probamos que todo está en orden.

Cenamos como los guiris a las 7 de la tarde, nos tomamos la pastilla para dormir del Doctor Santos y nos vamos a la cama, que hay que descansar, para que mañana podamos madrugar.(cancioncilla infantil).

Mañana tempranito, si el tiempo lo permite, estaremos en la linea de salida del Challenge Costa del Barcelona- El Maresme.