Llegó el día de la ascensión al pico Weissmies. La gente en el refugio se ha puesto el despertador a los 4:30 de la mañana, pero nosotros todavía remoloneamos en la cama hasta cerca de las seis, que es cuando vamos a desayunar. Ha salido un día nublado, pero al menos no nieva, así que desayunamos rápido y medía hora después ya estamos a los pies del Glaciar de Trift.
Las grietas de la zona baja del Glaciar son impresionantes pero nada peligrosas, ya que se ven muy bien, unicamente hay que ir bordeándolas, así que decidimos no encordanos todavía.
Hemos sido seguramente los últimos en salir del refugio, la gente sale muy pronto ya que luego tarda bastante en subir a la cumbre, pero nosotros llevamos un ritmo alto que nos ira permitiendo pasar cordadas durante todo el día.
Grieta con un puente de hielo al final de la misma. Otra de las razones para subir pronto es que el hielo es más seguro a primera hora de la mañana, ya que el frio de la noche lo ha endurecido.
Llegamos a la zona de seracs y el tiempo no acaba de acompañarnos, es más, cada vez se nos mete más la niebla y es dificil ver más alla de unos metros delante tuyo.
Paro y le saco una fotillo a Oscar entrando en la zona de seracs.
Bordearemos la montaña por la derecha, para coger las palas de nieve sin tanta inclinación y sin el peligro de los bloques de hielo que pueden desprenderse en cualquier momento.
Los desprendimientos del verano han formado esta cueva de hielo que hay que pasar por arriba. Oscar me saca una foto rápida y echando leches para arriba que esto puede caerse; además al otro lado la pendiente se las trae.
Una de las cordadas que llevamos por delante afrontando la arista final. Nosotros paramos para beber algo y encordarnos. Parece que el día va a abrir y poder disfrutar de las vistas desde la cima.
El sol pelea por salir, pero.............
......... hacemos cumbre y nos encontramos con esto.
Hemos empleado menos de tres horas en subir hasta la cima del Weissmies de 4.027 metros de altitud, ya que hemos subido a un ritmo bastante rápido, pero las vistas desde la cumbre no son para recrearnos: NIEBLA Y SÓLO NIEBLA.
Hacemos algo de tiempo en la cima, comemos, bebemos y hacemos algunas fotos a otras cordadas que nos lo piden, pero el tiempo sigue sin mejorar, así que acordamos bajarnos para el refugio.
Oscar, como buen lugareño de Matalpino, sin chaqueta y bajo cero, sólo hay que observar la cara de frio que tiene.
Bajamos tranquilamente ya que nos quedaremos otra noche en el refugio para intentar el otro cuatromil que hay en la zona, el Lagginhorn. Paramos varias veces para hacer fotos. Esta es de una de las muchas grietas que nos tropezamos subiendo y que nos tropezaremos bajando. Son muy, pero que muy peligrosas. Están cubiertas por la nieve que ha caido a lo largo de la mañana y algunas están completamente tapadas, no viéndolas hasta que tienes metida la pata hasta la cadera o el cuerpo entero varias decenas de metros por debajo del glaciar. En estas circunstancias es muy importante ir encordado, sobre todo para no caerte sólo, jejejejeje.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡CUIDADÍN!!!!!!!!!!
Llegamos al final del Glaciar y entre irnos al refugio y quedarnos haciendo un poco el "cabra" optamos por esto último. Nos quitamos peso de encima, nos ponemos cómodos y nos aplicamos en el salto de la grieta.
Hay que subir para coger carrerilla y aprovechando la pendiente pegar un buen salto sin vacilar a la hora de saltar. Algunos de los que bajan, como el suizo de verde que aparece en la foto, se quedan mirando y esperando el momento de llamar al helicóptero de salvamento.
Es todavía muy pronto, no son ni las 11:00 de la mañana, de manera que nos quedamos "explorando" algunas de las grietas más grandes.....
.........y haciendo técnicas de escalada en hielo.
Detalle del final del Glaciar. Es dificil explicar como habrá llegado esa pedazo de "piedro" ahí arriba.
A punto de salir del Triftgletscher.
Estos serán los próximos seracs en caer.
Tres horas antes no se veía a diez metros y ahora que estamos abajo el cielo se despeja y deja ver el Weissmies. Dan ganas de coger y subir de nuevo para disfrutar de las vistas de la cima.
Enfrente aparece entre las nubes otro de los cuatromiles que queremos subir en estos días: el Alphubel, de 4.206 metros y que se encuentra al otro lado del valle.
Y otra vez en el refugio el cielo llega casi a despejarse y hace hasta calorcito. Será el último día que veamos el sol en Suiza, pero eso es adelantar los acontecimientos. Aquí aparezco señalando el pico en el que hemos estado sólo dos horas antes.
Oscar dentro del refugio. Un par de cervecitas, algo de comer, una buena siesta, partidita de cartas, cena como la del día anterior y a la piltra, que mañana intentaremos hacer el Lagginhorn.
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1 comentario:
La zona de grietas da miedo, cuidado por las alturas
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