Este año se vuelve a estropear el viaje a Alpes para pasar unos días por sus montañas. Este año a mi compañero de cordada y hermano no se le ha ocurrido otra cosa que ser padre en el mes de agosto y a los dos posibles sustitutos (Alberto, que además se ha hecho un esguince a los diez minutos de empezar el partido del siglo y Tito, que si no lleva las tablas de esqui puestas pierde mucho) no acabo de convencerlos para marcharnos para allá.
Asi que este año toca Piris, que no está mal, y la zona elegida es la Ball de Llosars, donde intentaremos hacer todos los tresmiles que podamos. Desde los Madriles salimos Tito, Javi y yo, y nos reuniremos en Plan de Senarta con David, que viene desde Santander atravesando Francia (la gendarmerie le meterá 45 euritos de multa por correr).
A las tres de la tarde ya hemos hecho el reparto de la comida, tienda, etc. y una vez preparadas las mochilas, que casualidad que la que más pesa es la de Javi, el novato del grupo. Compramos los tickets para subir en el bus por todo el GR-11, desde Plan de Senarta hasta el Refugio de Pescadores, por una carreterilla con unas vistas espectaculares.
En poco más de media hora el bus nos deja en el refugio de Pescadores, a 1970 mts. de altitud, y una de las primeras vistas que tenemos es la de la Tuca de Les Culebres, uno de los objetivos del viaje.
Según el cartelito nos falta hora y veinte de pateo hasta llegar al lugar donde pondremos el "campo base": el ibón de Llosars. Este se encuentra a 2500 mts, por lo que tendremos que salvar un desnivel de unos 500 mts, con las mochilas a tope.
El comienzo del camino es ancho y a mano derecha vamos viendo en todo momento la Tuca Les Culebres y La Tuca de Ballivierna.
Las refrescante cascadas del Rio Ballivierna.
La Tuca Les Culebres de 3051 mts. recibe este nombre por tener sus laderas con las ondulaciones típicas de las culebras.
David y Tito en plena faena. Sólo llevamos media horita de pateo.
Al fondo los paredones del roquedo de Tempestades. Los paredones oscuros de la izquierda son los que van a parar a la base del ibón de Llosars, nuestro objetivo del día.
MONDINGUERO: Vocablo que surge de la unión de dos palabras, dominguero y montañero. Al mondinguero se le ve de lejos, sobre todo por su indumentaria. Botas chirucas del abuelo con calcetos de lana, pantalones de pana cortados a la altura de las rodillas, camisa de franela para las frias noches pirenaicas, riñoneras de todo tipo y gorra de los Angeles Lakers; además en la mochila lleva el chorizo de cantimpalo y la bota de vino.
Como se suele decir, una imagen vale más que mil palabras.
En unos cuarenta minutos llegamos a la Pleta de Llosars, a unos 2200 mts. de altitud. Esta zona tiene buena pinta para acampar, pero preferimos hacerlo más arriba para quitarnos esos metros a primera hora de la mañana.
Poco a poco la Tuca de Les Culebres la vamos dejando atrás.
Montañero de los de verdad, jejejejejeje.
A punto de llegar al ibón de Llosars.
Ibón de Llosars 2500 mts. El lugar es alucinante y hay una pradrerita en la orilla del ibón donde poner la tienda con un cercado de piedra para resguardarse del posible viento.
Un saltito a las gélidas aguas del Pirineo.
Después del bañito y abrigarnos, instalamos el Campamento Base.
Los últimos rayos de sol inciden en los paredones del ibón de Llosars.
Esta es la dirección que deberemos tomar mañana en dirección al ibón pequeño de Llosars, desde donde atacaremos Tempestades, Margalida, Rusell, etc.
Las vistas desde el interior de la tienda, preciosas. El sonido de las cascadas que van a parar al ibón te relajan a la hora de coger el sueño.
Y mañana más.
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