lunes, 24 de mayo de 2010

IRONMAN LANZAROTE 2010. LOS PREPARATIVOS.

Después de tanto entreno llega el momento de la verdad: nos vamos a Lanzarote a competir en el que dicen que es el Ironman más duro del mundo que se celebrará el 22 de mayo de 2010.
3800 metros de natación en aguas del Atlántico, 180 kilómetros de ciclismo alrededor de la Isla de Lanzarote en los que habrá que salvar 2551 metros de desnivel y para terminar un maratón con sus 42,195 kilómetros que acabará con las pocas fuerzas que nos queden.
1600 inscritos entre los que se encuentran 326 británicos, 240 alemanes, 111 franceses, 61 belgas, 47 daneses, 29 austriacos, 33 italianos, 28 suizos, 28 holandeses, 27 americanos,eslovacos, sudafricanos, argentinos, candienses, finlandeses, ucranianos, mexicanos, brasileños, etc, etc. y 452 españoles entre los que se encuentran 5 vecinos del pueblito de Santigo del Teide. Tiene mérito que de una localidad que no supera los 8000 habitantes, 5 vayan a competir al Ironman más duro del mundo.
El Ironman de Lanzarote es una prueba a nivel mundial en la que participan triatletas de 35 nacionalidades con un nivel impresionante, ya que se reparten unas 60 plazas para competir en el Campeonato del Mundo Ironman de Hawai.
Un par de días antes, salimos de Tenerife los cinco colegas de Santiago del Teide que vamos a competir en Lanzarote, y nosostros solitos llenamos la bodega del avión con nuestras bicicletas, llantas y maletas.

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Nos alojamos en el apartahotel Atlantis Las Lomas, en el mismo Puerto del Carmen y a tan sólo 300 metros de la salida del Ironman. Una vez instalados en el hotel toca deshacer maletas, colocar todo el material y montar la bicicleta.

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Mi Scott Plasma ha llegado intacta y está lista para el Ironman. ¿Lo estaré yo?

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Aprovechamos la tarde para nadar una vuelta al circuito donde se va a celebrar la natación. Además, salimos a dar una vueltecilla en bici, comprobar su correcto funcionamiento, estirar piernas y liberar tensiones. Ya hay bastante ambiente de triatletas que han llegado de todas los lugares del mundo para participar en el Ironman por todos los rincones de la Isla .

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Foto de equipo. De derecha a izquierda Adolfo, Paul, José y yo. Falta Juan que estaba en la playa mirando las boyas del circuito en la lejanía y dándole vueltas y más vueltas a como iba a ser capaz de salir de aquello, jejejeje.

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Después de la foto, hacemos el último entreno de ciclismo muy suave. Me llevo la cámara y saco unas fotillos del grupo. En la foto, Paul, alias "Paulcelara", llamado así por su temibles cambios de ritmo. Buen triatleta y muy buen competidor, se pica con todo aquello que lleve dos ruedas. Cuenta una leyenda urbana que en uno de los últimos entrenos se picó con una chica que iba tranquilamente en su motillo.

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Adolfo, alias "Tortuguini", llamado así no por que sea lento en la bicicleta, sino porque es duro como el caparazón de una tortuga. Corredor de fondo, capacidad de sacrificio y una impresionante fuerza de voluntad para sacar entrenos incluso a partir de las 6 de la mañana. Viene con muchas ganas de quitarse la espina del triatlón de Arinaga.

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Con el dorsal 758 José Juán, alias "Pijita", el único de nosotros que ya ha corrido el Ironman de Lanzarote. Buen deportista, gran entusiasta del triatlón y muy metódico con los entrenos. Seguramente el que más claro tiene de nosotros como ha de hacer su carrera. Ha sido el que ha ido dando un empujoncito para que estemos los cinco aquí. A la izquierda aparezco yo y detrás Adolfo.

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Y yo mismo por las calle de Puerto del Carmen. Muchos años compitiendo en bicicleta, el año anterior me pasé al atletismo en pruebas de fondo. El reto que tenía pendiente era realizar un Ironman y que mejor que el de Lanzarote.
Falta la foto de Juan, que sigue en la playa pensando en la natación, jejejeje.

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Paul y Pijita adaptándose a la posición aerodinámica que hay que intentar conservar la mayor parte posible del recorrido. Ya sólo queda un pequeño entreno de atletismo, una media hora muy suave a trote cochinero.

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El viernes por la mañana llega la familia y unos cuantos amigos con muchas ganas de animar y por la tarde hay que pasar la facturación de bicis y bolsas.
Esta es la zona de transición donde se "aparcarán" las 1600 bicicletas de los triatletas.

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Bicicletas y más bicicletas; las hay de todos los colores, de aluminio, de carbono, con ruedas de palos, algunas con lenticulares, alguna bici econónica, pero muchas caras, carísimas y auténticos "pepinos". Eso si, lo importante no es la flecha sino el Indio que la dispara.

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Y mi bici, dorsal 996, queda aparcada hasta mañana a las ocho de la mañana, hora aproximada en la que me tocará subirme a ella y hacer los 180 kilómetros alrededor de Lanzarote. Hay que recordar el lugar exacto donde está tu bici para ir directo a la misma después de la natación y perder el menor tiempo posible.

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Fotillo en la que ya se puede apreciar que he colocado mal la pegatina con el número del dorsal en el casco de ciclismo. Soy el dorsal 996, pero en el casco aparezco como el 966. Gracias a esto, comeré uno de los mejores platos de pasta que he comido en mi vida.

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Lugar donde se dejan las bolsas de color rojo para la transición al maratón. En la mía, dejo las zapatillas de atletismo y una gorra.

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Y las bolsas azules en las que dejaremos los "útiles" de ciclismo, en la transición de la natación al ciclismo. Barritas y geles energéticos, maillot, zapatillas de ciclismo, gafas, casco y calcetos es lo que dejo en la mía.

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Me marcho pronto al hotel a poner las piernas en alto, que mañana me espera un duro día. Cena ligera a las 9 de la noche y una hora más tarde estoy en la piltra. No tengo apenas nervios y enseguida me duermo (con la ayuda de la "mediapastillita" del Doctor Santos).
Mañana será el gran día. ¿O no?

IRONMAN LANZAROTE 2010. LA COMPETICIÓN.

Son las cinco de la mañana, coloco el autodisparador de la cámara y click: FOTO. Llegó el "día D". He desayunado una tostada con nocilla, un poco de pavo y queso con pan y un vasito de leche. A esta hora es dificil desayunar más. No tengo nervios, he dormido bien y estoy preparado para disfrutar de un duro día.

Hasta llegar a la foto de aquí debajo han pasado muchas cosas. En julio me inscribí en el Ironman de Lanzarote, y a partir del ocho de agosto he seguido un minucioso plan de entrenamiento preparado por Luis Aizpurua, mi entrenador (muchas gracias por todo, Luis).

En estos nueve meses y medio de preparación he realizado 300 sesiones de entrenamiento divididas de la siguiente manera: 93 entrenos de natación en los que he realizado 225 km. aprox., 109 entrenos de atletismo en los que he corrido 1505 km. y 99 entrenos de ciclismo en los que he realizado 6750 km. En difinitiva, hablando mal y pronto, que me he pegado una paliza de tres pares de cojones.

En un principio el objetivo, al ser novato en un Ironman, era terminarlo, pero a medida que han ido pasando entrenos y estos han sido asimilados el objetivo ha ido cambiando; primero a bajar de las trece horas, luego de las doce, para acabar en estar alrededor de las once horas. Esto en el mejor de los casos, sin golpes en la salida, pájaras, averías mecánicas, caídas, calambres, problemas estomacales, deshidratación, agotamientos y mil cosas que te pueden llegar a ocurrir en un Ironman.

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Son las seis de la mañana y las zonas de transición están repletas de gente haciendo los últimos preparativos.

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Y yo me dedico a sacar unas fotillos del ambiente de competición.

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Las máquinas de dos de los grandes favoritos: Eneko Llanos y el belga Bert Jammaer, éste último ganador de las dos últimas ediciones del Ironman Lanzarote.

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Me dirijo al lugar donde colocarte el neopreno.

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Ya en la carpa me encuentro al resto del equipo, que han salido media hora antes que yo del hotel. Además de Juan, José, Paul, Adolfo y yo, aparecen dos colegas que vienen también de Tenerife. En la foto se puede ver el estado de cada uno de nosotros: hay caras de alegría, de concentración, de preocupación, etc. Eso si, todos con ganas de que den la salida y empezar el Ironman.

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La salida es a las 7:00 de la mañana, son las 6:00 y es de noche todavía y las gradas colocadas en la playa están a reventar.

Bajada de triatletas a la playa para ir cogiendo sitio en la salida.

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Al final, 1571 participantes que multiplicados por cuatro (dos piernas y dos brazos) hacen 6284 extremidades que empezarán a repartir palos en cuanto den la salida. He ido a dejar la cámara a Raquel y me he perdido del resto del equipo. Miro y sólo veo gorros naranjas, así que me coloco delante esperando no recibir mucha caña.

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La salida de un Ironman es impresionante. La prueba de natación consiste en dar dos vueltas a un circuirto de 1900 metros. 1571 personas tirándose al agua a la vez, me ha recordado a los documentales de naturaleza, cuando los ñus cruzan un rio infectado de cocodrilos. Hasta que no la he visto en video, no me he dado cuenta de esto.

En la salida gritos de guerra, patadas, puñetazos, tirones, tios que de repente están nadando literalmente encima de ti. Busco un sitio en el que no recibir mucho, pero es imposible. Saco la cabeza de vez en cuando para situarme pero sirve de poco, sólo veo cabezas, brazos y piernas. Además si te paras, te pasan por encima, así que decido seguir a los que van delante sin preocuparme de la dirección, unicamente preocupado de las hostias que llegan en cuanto menos te lo esperas.

En la primera vuelta tienes que salir del agua y correr unos 30 metros para volver a tirarte a la misma. A punto de llegar a la primera vuelta empiezo a ver gente metida dentro del agua animando y entre la multitud veo a Raquel y a Pedro Jr. metidos hasta la cadera, animándome como locos: SUBIDON, BESOS AL AIRE Y A POR LA SEGUNDA.

En la segunda vuelta la cosa se relaja algo, encuentro unos pies a los que seguir a buen ritmo y el número de golpes disminuye, así que puedo nadar algo más "tranquilo".
(Para ver el video de la salida pincha en la imagen de abajo).


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Salgo del agua entero y sin ningún golpe importante que no es poco, en 1 hora, 1 minuto y 41 segundos, en el puesto 247. Siguiendo instrucciones de Luis he nadado tranquilo, según el pulsometro a 133 pulsaciones de media, pero mejor de lo que esperaba: la competición es la competición y siempre te hace dar algo más.

Eso si, lo que gano nadando lo pierdo en la transición. Tardo casi 7 minutos en prepararme para el ciclismo. Esta foto y dos más son cedidas por Aarón López Pérez, de bichillorunner.com, así que gracias por las mismas.

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La prueba de ciclismo consta de 180 km. y para completarlos daremos una vuelta entera a la Isla de Lanzarote, pasando por Yaiza, Montaña de Fuego, Tinajo, Teguise, Mirador de Haría, Mirador del Rio, Arrieta, de nuevo Teguise y llegada en Puerto del Carmen.
Mar, sol, lava y gracias a la Madre Naturaleza sólo falta el viento, que en Lanzarote llega a ser muy fuerte y que este año apenas sopla.

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Al poco de empezar el segmento de ciclismo, se une a mí Paul y los dos cogemos a José Juan, el cual había salido por delante en el segmento de natación. En uno de los bucles de ciclismo, vemos a Adolfo y a Juan, así que ya estamos los cinco dándole al pedal.
Paul se va sólo hacia delante, me quedo un rato con José, el cual va más tranquilo. Voy cogiendo gente y 30 km. despúes me vuelvo a encontrar a Paul, que se coloca a rueda y no me da ni un relevo (jejejejeje, menudo cachondeito nos hemos traido con las dos fotos de abajo).

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Otra foto en la que queda demostrado que Paul no se pone delante ni a tiros.

Ahora en serio, tuve la "suerte" que en las dos fotos salí yo delante, porque yo también estuve detrás de Paul. Este, bajando hacía el Club La Santa, tiró fuerte y decidí seguir a mi ritmo.

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Maik Twelsiek, el primero en llegar al Mirador del Rio, uno de los lugares más alucinantes de la Isla, desde donde se puede comtemplar La Graciosa. De aquí a meta "sólo" faltan 60 km.

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Otro de los primeros.

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Y Eneko Llanos, que al final sería el ganador del Ironman y que pasó 4º por el Mirador del Rio, realizando una espectacular remontada en el maratón.

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Paul, llegando al Mirador del Rio. "Sólo" queda una última subida a Teguise, bajar a Puerto del Carmen y correr un maratón.

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Aproximadamente tres minutos más tarde paso yo, que voy mejor de lo que mi cara muestra.

Una de las anecdotas del día: en el Mirador de Haría está instalado el avituallamiento personal. Son unas bolsas que hemos tenido que dejar a primera hora de la mañana en la zona de salida, en la que cada cual deja lo que quiere. Yo en la mía he dejado un par de bocadillos de pavo y queso fresco, dos geles, dos sobres de cafeína, un ibuprofeno y magnesio para los "futuros" calambres.

Trescientos metros antes de llegar a la cima donde esta instalado el avituallamiento, una persona va "cantando" los dorsales a traves de un walki para que tengan tu bolsa preparada. Muchos triatletas se bajan, se guardan la comida en los bolsillos y siguen. Yo agarro la bolsa en marcha, y me pongo a bajar como un loco. Cuando una larga recta me lo permite, meto la mano en la bolsa y noto algo duro: ¿¿¡¡que coño será esto!!??.

Me han dado la bolsa del dorsal 966, el cual se ha preparado un taper grande con un kilo de macarrones con tomate y un tenedor metálico. Así que no me queda otra, me suelto de manos, abro el taper, y me lo voy comiendo como buenamente puedo. En las curvas una mano para el taper y otra para el freno. Me adelanta gente que alucina, un tio que va soltando macarrones por los lados de la bici. Eso si, alguno al que le ofrezco no lo duda, mete la mano y se echa un puñado de macarrones a la boca. Llega una zona en la que me es dificil comer y mantenerme sobre la bici, así que taper y macarrones van a parar a la cuneta.

Parecerá mentira, pero han sido los macarrones que mejor me han sentado en mi vida.

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Después pasa José, que viendo la foto, va con fuerzas para saludar a la afición.

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Luego Adolfo, que va riendose igualmente.

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Y Juan, que incluso no le importa bajar de la bici para coger avituallamiento. Su objetivo es terminar, así que no hay prisa para nada.

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Llego a Puerto del Carmen cubriendo los 180 km. en un tiempo de 5 horas, 45 minutos y 51 segundos, a una media de 31,23 km/h., con un pulso medio de 147 pulsaciones y una máxima de 167. Me he encontrado bastante bien en el sector de la bici, he bajado de las 6 horas que era el objetivo y no estoy especialmente cansado, que es muy importante porque me quedan por delante 42195 metros a golpe de calcetín.

Sol, mucho sol y calor, ya que salgo a correr aproximadamente a las 2 de la tarde, que es muy buena hora para pegarse un bañito en la playa, pero algo peor para correr un maratón. Si soy capáz de correr al ritmo previsto, sobre los 5 min. 10 sg/km., puedo bajar del objetivo de las 11 horas, pero aún me queda toda la maratón, así que sigo haciendo caso a las instrucciones de Luis y procuro no subir mucho los pulsos en el comienzo de la carrera a pie.

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La prueba del maratón sale de Puerto del Carmen, dando una primera vuelta hasta llegar practicamente a Arrecife. En esta primera vuelta se realiza una medio maratón, luego quedan dos vueltas por el paseo de las playas hasta completar el maratón completo.

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Durante esta primera vuelta me he encontrado muy bien, corriendo a un ritmo alto por debajo de los 5 min/km. Un poco antes de girar en Arrecife he podido ver a Paul que ya regresa a Puerto del Carmen, y se está marcando una carrera impresionante. Nuestro grupo de seguidores nos anima en cada una de las vueltas que damos y Raquel tiene que ir a una farmacia a comprar ibuprofeno (no me dieron mi bolsa que era donde lo llevaba) para darme en el siguiente paso.

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Justo antes de llegar a los 21 km., cojo a Paul, el cual se vuelve a poner a rueda, jejejejeje (no te mosquees, Paul, que es broma). Corremos un rato juntos, charlamos un poco y tiro para delante. No tengo calambres, ni desfallecimientos, me encuentro todo lo bien que puede encontrarse uno después de la paliza que lleva en el cuerpo. Me van dando referencias y parece que puedo estar en las 10 horas treinta min., no bajo mucho mi ritmo de carrera y empiezo a pasar a mucha gente que va destrozada.

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El segmento del maratón se me pasa muy rápido, parece que ha sido hace sólo una hora cuando eché a correr y estoy a punto de acabar mi primer Ironman. Raquel y el peque deciden entrar en meta conmigo y se colocan doscientos metros antes de la llegada. Les cojo de la mano y tiro fuerte de ellos, porque el dorsal 533 (menudo cabrón), va esprintando para entrar delante. Cuando me doy cuenta llevo al niño en volandas y el 533 se cuela por mi izquierda. Ganas me dan de soltar al niño y entrar en meta (eso o meterle un codazo en todo el higado).

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Acabo la maratón en 3 horas, 30 minutos y 13 segundos, corriendo a 4 min 59 seg/km., con un pulso medio de 147 pulsaciones y 167 de máxima, en el puesto 102 del maratón.

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Contento por el tiempo que he realizado, el Sr. Kenneth Gasque me da mi medallita y la enhorabuena. Este hombre de la coleta y la gorra es el Sr. Gasque, director de carrera y que espera en meta a todos y cada uno de los participantes hasta las 12:00 de la noche, hora en que se da por concluida la prueba. Por 400 € de inscripción, pensaba que me iba a subir a caballito hasta el hotel.

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Un finisher y un ¿futuro finisher?. Acabo la prueba en el puesto 127 de la general y el 21 de mi categoría (puretillas de 40 a 44 castañas), con un sensacional tiempo total de 10 horas, treinta minutos y 21 segundos, media hora por debajo de la mejor de mis expectativas.

Me siento en la zona preparada para las comidas, pero después del esfuerzo y de tanta barrita y tanto gel no me entra nada en el estómago. Eso sí, antes he pasado por la zona de recuperación y me han metido una botellita de suero, que según me comentan me ayudará a recobrar mi estado físico.

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"Paulcelara", del que no tengo foto entrando en meta, una vez cruzada la misma. Primer Ironman y tiempazo de 10 horas, 37 minutos y 54 segundos en el puesto 154 de la general.

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"El Pijita" entrando en meta con su familia, de la que sólo se puede ver a su hijo, porque Katy, su mujer, con la emoción de la llegada ha seguido corriendo hasta el Club La Santa donde ha inscrito a José para el Ironman de 2011.

José Juan llega en el puesto 429 y para el crono en 11 horas, 48 minutos y 6 segundos cumpliendo su objetivo de bajar de las 12 horas y rebajando en casi tres horas su anterior marca.

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"Tortuguini" entra en meta supercontento de la mano de Belén en el puesto 796 de la general con un tiempo de 13 horas, 14 minutos y 11 segundos. Por fin se sacó la espinita clavada en Arinaga.

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Y por último, Juan Ceferino, mundialmente conocido por su chiste del traje, entra en meta con su mujer y su hijo. El que más ha sufrido de todos nosotros y seguramente el que más mérito tiene. Llega a meta en el puesto 992 con un tiempo de 14 horas, 15 minutos y 52 segundos. Los días anteriores tuvo muchas dudas con la natación, pero al final le han sobrado casi tres horas para acabar la prueba. Eso si, nada más entrar en meta, pone a la venta su bici y su neopreno, jejejeje.

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Diploma acreditativo del tiempo realizado.

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Clasificación de mi grupo de edad. Como anécdota, soy el tercer español en la clasificación de "jovencitos" de 40 a 44 añitos. Eso si, para meterme entre los diez primeros tendría que bajar 30 minutos el tiempo hecho este año y de esta manera poder tener opciones de clasificarme para Hawai, pero eso son palabras mayores. Muy difícil, pero..............

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La noche después de la prueba duermo fatal, no hago más que dar vueltas de un lado a otro de la cama y es que noto como una transformación.

Me levanto pronto y cuando me miro al espejo ésto es lo que aparece reflejado al otro lado. Lo único cierto de todo esto es que duermo fatal y que me levanto pronto, pero hecho una auténtica piltrafa. Tengo un dolor de piernas que no puedo ni moverme y bajar las escaleras es una auténtica tortura. El montaje lo realizó Javi Anita (el rey del "fotochop") hace algunos meses, cuando no sabía todavía como iba a acabar todo ésto.

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Foto "oficial" al día siguiente del Ironman. Se nos ve contentos, pero es para estarlo, hemos sido capaces de acabar los cinco el que dicen es el Ironman más duro del mundo.

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Otra foto con la camiseta de finisher. En esta hubo pelea para no ponerse en cuclillas. Si me tengo que llegar a poner yo, no me levanto.

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Y por último, foto de familia, con los mejores animadores del mundo. De izquierda a derecha aparecen: Jorge, Elena, yo mismo, Adolfo, Belén, Juan Ceferino, Paul, Gorka, Berli, Paul Jr., Ana, Eduardo, José, Pedro Jr., Delia, Juli, Raquel, Katy e Imma.

GRACIAS A TODOS. Sobre todo a los más cercanos, por el coñazo que hemos dado en estos últimos 9 meses con tanto entreno y haciendo "malabarismos" para sacar tiempo para los tuyos.

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¿Y ahora, después del Ironman, queeeeeeeee?